Cada cual afronta el dolor de una manera diferente, pero lo que está claro es que, para superarlo, debemos sacar ese dolor que llevamos dentro. ¿Por qué no hacerlo a través de una actividad especial y que le hubiera encantado a esa persona a la que tanto queríamos? Una despedida por la montaña puede ser un bonito homenaje y una buena manera de dar el siguiente paso para superar el duelo.
¿Por qué hacer una despedida por la montaña?
Tras el fallecimiento de una persona, todo se vuelve un poco agobiante para sus familiares. El dolor de la pérdida no se puede gestionar bien porque los primeros días hay que dedicarlos a cuestiones como el velatorio y la preparación del entierro o de la incineración.
Son días tan confusos que, con frecuencia, quienes han perdido a un ser querido se dan cuenta un tiempo después de no que se han despedido realmente de él. Simplemente, se han dejado llevar por el momento y han hecho lo que tenían que hacer, pero, ahora que todo ha pasado, deben gestionar su dolor de una manera más íntima. Es entonces cuándo podemos empezar a pensar en hacer un homenaje a quien ya ha partido para siempre.
En este caso, nada mejor que organizar un acto que, además de ayudar a superar la pérdida, nos recuerde a esa persona especial, que sea algo que a él o a ella le gustaría. Si era un amante de la naturaleza y, de hecho, tienes pensado esparcir las cenizas en un entorno natural, la mejor opción puede ser una despedida por la montaña.
Os permitirá disfrutar a los asistentes de un tiempo juntos y, a la vez, estar con vuestros propios pensamientos, tomar algo de aire fresco, oxigenaros y cambiar de ambiente y, al llegar al punto elegido, esparcir las cenizas y darle al difunto el adiós que se merece.
¿En qué consiste una despedida por la montaña?
Como expertos en homenajes a la vida, sabemos que esta es una de las actividades más emotivas para los participantes. Para que tú no tengas que preocuparte por nada y puedas disfrutar del momento tal y como mereces, nosotros nos vamos a encargar de todo.
Este homenaje consiste en una ruta por la montaña guiada por profesionales. Si quieres, al llegar a un determinado punto puedes esparcir las cenizas, y lo podrás hacer sin problemas, porque gestionaremos los permisos necesarios para ello. Tanto la ruta guiada como el ritual personalizado están incluidos en el servicio, pero puedes personalizarlo todavía más si lo deseas. Por ejemplo, con un pequeño pícnic o contando con la presencia de un maestro de ceremonias.
Te aseguramos que, tras volver a casa, todos os sentiréis mucho mejor. Será como si os hubierais quitado un gran peso de encima, y eso significa que estáis lisos para sanar. Jamás vais a olvidar a vuestro ser querido, pero habéis emprendido el camino para aprender a vivir sin él.
¿Te gustaría hacer una despedida por la montaña con total seguridad y tranquilidad? Cuenta con nosotros, te ayudaremos en todo lo necesario.